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Mostrando las entradas de septiembre, 2023

Malestar y enojo, furia intensa; escritura como catarsis

  De pronto caí en cuenta que hoy es 27 de septiembre. Hace 57 años (en 1966) nació la mujer que me violentó de una manera terrible en ese empleo que desempeñé en una empresa fabricante de “medicamentos genéricos” durante seis años y tres meses. No sé a ciencia cierta si esa hembra padecía una patología narcisista, pues sus facultades intelectuales sí eran muy altas, si bien eso se limitaba a lo técnico, específicamente a química, farmacia y biología. Por lo demás, mostraba limitaciones cognitivas comunes (bastante severas) en otras áreas del conocimiento como escritura (redacción y conocimiento del idioma), cultura general, e incluso en lo referente a raciocinios que parecerían elementales. Ella identificó en mí un nivel intelectual poco común y lo expresó claramente cuando habiendo transcurrido tres meses (periodo de prueba) a partir de mi fecha de ingreso, mi contrato quedó como “de tiempo indeterminado”. Esa mujer indecente y deshonesta, relataba con frecuencia (en voz muy al

Canallas hechos pedazos, adoradores de la muerte, necrófilos

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  Mi pedaleo es una manifestación potente de libido, energía vital. El funcionamiento de mi organismo es óptimo, protege a mi psiquis y fortalece su funcionamiento, mi salud mental, me reporta una apariencia masculina y viril, el porcentaje de grasa corporal en mi anatomía es bajo, el porcentaje de masa muscular es muy adecuado… Individuos que padecen patologías narcisistas se sienten muy lastimados en mi presencia, igual que su harén de enamorados, sus nubes de maricas, monos voladores. Quienes me atacaron sellaron sus respectivos destinos, firmaron sus sentencias de muerte. Laura, mujer en sus años 50s, pintora a la que los conocedores califican su obra de surrealista . Psicosis. Putería. La inmunda puta demente exhibe una anatomía deforme, mujerzuela horrorosa. Su esposo se siente agobiado, sus problemas son superiores a sus fuerzas y ello lo orilla a poner fin a su vida, a cometer suicidio. Conocí a una fotógrafa de nombre Cecilia en noviembre de 1998. Ya le patinaba (expres

Manejo del dolor, el resentimiento y la furia

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  El sábado pasado, 23 de septiembre, fue una fecha significativa. Dos personas por mí muy queridas, cumplieron años. Entrené en mi bicicleta, sobre rodillos. Llegué a 30 horas + 40 minutos en la función “time trip”, y a 1000 + 1 km en las variables “odometer” (distancia total) y “distance trip”. Compré ese dispositivo (cyclo-computer) hace más de seis años, cuando estuve incapacitado por un accidente ciclista (seis semanas, fractura de clavícula) y desde entonces, lo usé borrando la función “distance trip” al llegar a 20 horas (tiempo durante el cual recorría unos 600 km).   Una de las fuerzas no definidas que existen en el universo entró en vigor y acabó de aniquilar a mis antagonistas. En general estoy mejor, pero de pronto se presentan periodos de tiempo (indeterminados) un tanto difíciles. Muy a mi pesar, sigo llevando en mi mente a mi padre, pues me despierta furia y horror. El hijo de puta combinó destructividad, locura, deformidad física, fealdad repulsiva. Monstruo incestu

Tranquilidad, victoria definitiva

  En un pasado reciente, releyendo a Erich Fromm, sentí un gran interés por el psicoanálisis; fascinación, de hecho. Pensé de pronto que para resolver mi mayor problema —librarme de mi patología— sería conveniente (tal vez indispensable) comprender el origen de la neurosis en el ser humano. Por ello, releí capítulos de diferentes libros de ese psicoanalista alemán, Erich Fromm. Después busqué en la red, en algo relacionado con Wikipedia (en inglés, en español no sirve) una definición breve y concisa del término neurosis. Analicé detenidamente cada una de sus características, y al cabo de horas, fui capaz de internalizar ideas que llevaba en mi mente desde hacía años, pero que no había asimilado. Pasé los últimos dos años (a partir de agosto de 2021, cuando fui dado de baja de un empleo que desempeñé durante seis años y se consumó una gran injusticia) en una inmovilidad cuyo origen era un estrés postraumático que elevó mi sintomatología neurótica a su máxima expresión. Intentaba esc

Resentimiento intenso hacia alguien que casi destruyó mi vida

  Amanece, me levanto a una hora más o menos temprana., o por lo menos no muy tarde. Salgo a la cochera y encuentro hierba arrancada de algún lugar donde crece de forma natural, silvestre. Lo mismo había ocurrido ayer miércoles, deduzco que mi madre es la autora de ese acto carente de sentido. Miro un programa informativo en televisión, que analiza la conferencia matutina del primer mandatario en mi país, de manera objetiva, a diferencia de la inmensa mayoría de los comunicadores, que son un montón de corruptos que faltan a la verdad de todas las maneras posibles, sin el menor pudor. Yo llamo a esos individuos (de ambos sexos) “pirujos de la comunicación”. Después de unos 40 minutos, aparece mi madre, me pregunta a qué hora cené la noche pasada. Le respondo e inmediatamente le pregunto por la hierba en la cochera. Ella me responde algo que refleja su incapacidad para hacer raciocinios elementales, que la hierba iba a fracturar una estructura de ladrillo (pequeña, de unos 20 cm de a

Por impulso, marcar el número de un negocio muy dañino

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  Sintiéndome muy mal durante la madrugada de este sábado, marqué (por impulso) el número de teléfono de un recurso de “asistencia a empleados” del que hice uso durante el año 2020 y hasta agosto de 2021, cuando fui despedido de mi empleo en esa farmacéutica. A diferencia de lo que sucedía en aquella época, ahora, al marcar, no contesta un empleado. Se escucha una grabación que ofrece varias opciones. Un número es para obtener la atención, lo cual implica ser mayor de edad (18 años); otro número es para ser atendido por una inquietud respecto al (mal) uso que pueda hacer ese negocio “Orienta PAE, Programa de Asistencia a Empleados” de los datos personales. Esto me hace imaginar (lo cual tendría mucho sentido) que esa empresa, Orienta PAE, enfrentó consecuencias por haber faltado a la confidencialidad cuando se me atendió. Al ser atendido por una psicóloga que me daba el seguimiento, externé mi malestar por la violencia laboral de la que fui objeto durante cuatro años, etc. Además d

Consejo Ciudadano, otra farsa disfrazada de asociación civil

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  Durante la madrugada del sábado, sintiendo desesperación, intenté hacer algo que en realidad no debí haber hecho. Marqué el número de otra asociación civil que se encuentra en la capital de mi país, otra farsa. La porquería en cuestión se llama Consejo Ciudadano. Ahí, agreden al usuario, le cuelgan el teléfono (lo cual es un acto de violencia flagrante) y si el usuario vuelve a marcar, le dicen que se cortó la llamada, y que la persona que la atendía ya se ocupó en otra. Eso me había sucedido durante el último año, y no debí haber intentado volver a usar esta basura. La preside un individuo que cuenta con el grado académico de doctor, un tal Salvador Guerrero Chiprés, de quien no sé mucho, pero he notado que se codea con personajes de las clases altas que acaparan el capital en mi país (el efecto más perjudicial del neoliberalismo) como el dueño de una televisora de nombre Imagen, una corporación de hospitales privados y una de las constructoras más grandes del país; y políticos (p

Situación frustrante en Fundación Origen (falsa filantropía)

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  Marqué un número de una asociación civil de nombre Fundación Origen, que en realidad es otro ejemplo de falsa filantropía. Me habían negado el servicio a finales de marzo pasado porque un marica me agredió en dos ocasiones, intenté dar la queja correspondiente a alguna supervisora, y la tipa que me atendió se comportó como una persona de lo más indecente. La clase de persona que sabotea el discurso de su interlocutor, haciendo parecer que este está diciendo lo más opuesto a lo que intenta comunicar, y al provocar frustración, furia, ella argumenta que le está levantando la voz, faltándole al respeto. Otra mujer que se comporta como puta de burdel de mala muerte, le guste o no el término. Durante la madrugada del viernes me atendió en Fundación Origen una psicóloga con la que meses atrás había tenido malas experiencias, de nombre Carolina Bárcenas. No sé qué sucede con esta señora, si se trata de una persona muy estúpida, padece algún daño cognitivo, o de plano es otra tipa muy ca

Atención psicológica vía telefónica, tremendo deterioro

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  El pasado jueves 14 de septiembre fue un día difícil. Había sentido que había conseguido grandes avances en lo referente a mi recuperación, pero ese día parecí sufrir una recaída. Intenté hacer uso de algún servicio de atención psicológica vía telefónica, y me topé con una situación indeseable, cada vez más frecuente. La persona que respondió se puso a sabotear la comunicación. Puesto que se trata de una desconocida (siempre del sexo femenino, evito hablar con hombres) tengo que decirle quién soy, y para que se entienda el origen de mi malestar, hace falta que le informe que mi vida ha estado plagada de violencia, que mi padre era un psicópata que me violentó de todas las formas posibles durante 43 años, que mi madre vivió como una enferma psicótica (como si estuviera loca de remate), etc. La psicóloga que me responde la llamada (sucedió en un servicio telefónico de la Sría. de Salud de Guanajuato) me interrumpe, no me deja hablar, me hace una pregunta y no me permite responder.

Liberación, recuperación definitiva

  El periodo laboral que terminó hace dos años, cuando fui despedido de una empresa farmacéutica donde trabajé durante seis años y tres meses (abril de 2015 a agosto de 2021), fue una experiencia de enorme importancia en mi historia de vida. Se compuso de aspectos positivos y negativos, y valdría la pena analizar el tema para determinar cuáles de esos aspectos predominaron.  Fue positivo porque iniciando la década de mis años 50s, en que la juventud había quedado atrás de forma definitiva, obtuve el segundo empleo de toda mi vida. Eso simbolizaba la patología tan grave que dominó mi existencia desde mi temprana juventud, y que tuvo su origen en la violencia que comencé a enfrentar desde mi más temprana infancia, casi desde que era un bebé.  El primer empleo de toda mi vida llegó con 33 años y medio de edad. Fui contratado por un “amigo” que resultó un narciso (megalómano) que en realidad fue siempre un enemigo agazapado. Su motivación al sacarme de mi terrible condición de improductivi

Síntomas de mi neurosis, tercera parte

  La negatividad es también otro de mis rasgos, pero me parece que se trata de algo más bien justificado, podría ser más que otra cosa, una postura realista ante muchos fenómenos del mundo en que vivo. Lo mismo sucede con la suspicacia, que a decir verdad, no parece dañina y en cambio puede resultar muy útil para evitar ser víctima de engaños y fraudes; en el mejor de los casos, de decepciones que pueden ser evitadas. Según esa descripción de neurosis tomada de Simple English Wikipedia , en el trato con otras personas, la neurosis puede incluir dependencia, agresividad, aislamiento esquizoide, comportamientos socioculturalmente inapropiados, etc. En el pasado, mostré dependencia excesiva de personas con quienes intenté desarrollar relaciones voluntarias, esto es, amistad, relación de pareja, etc. Habiendo madurado, esto ha cambiado. Respecto a agresividad, he aprendido a manejar la frustración, a ignorar (por lo menos en cierta medida) la provocación proveniente de individuos cobar

Síntomas de mi neurosis, segunda parte

  Otro rasgo característico es una activa vida de fantasía, algo que posiblemente comenzó cuando cursaba el segundo año de educación básica, con siete años de edad.   Miraba en televisión un programa de dibujos animados en que un niño competía en carreras de automóviles fórmula uno, o algo así. Durante las horas de la mañana, en clases, imaginaba que yo era el protagonista de esa serie de dibujos animados, y mis compañeros eran mis competidores/antagonistas/enemigos. Sabía muy bien que eso no estaba sucediendo, pero en casa, lo platicaba con mi hermana gemela, con un ánimo que haría parecer a un observador que el narrador confundía la realidad con la ficción. Mi vida de fantasía fue cambiando. Durante la adolescencia comencé a convertirme en un deportista, practicaba la carrera a pie (lo cual resultó muy favorable, un mecanismo de defensa positivo, compensación). Mi intención era convertirme en un corredor de medio fondo de alto rendimiento, llegar a campeón del mundo, olímpico, et