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Mostrando las entradas de enero, 2024

Dolor físico y psíquico en relación con posturas ante la vida

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  Viernes, cansancio físico intenso, debido principalmente al esfuerzo realizado durante las primeras horas del día, recorrido en bicicleta que involucró un esfuerzo muscular y cardiopulmonar considerable. Dolor psíquico también, profunda tristeza, desesperanza. ¿La razón? Celia, bella psicoanalista; la mujer más hermosa del mundo. No está en mi vida y eso es definitivo. Ese sufrimiento es intenso, pero amainará paulatinamente y conforme avance en mis nuevos proyectos, aparecerá alguien en mi vida, una bella mujer que se unirá su existencia a la mía y juntos seremos capaces de vivir en plenitud. Salí a caminar con la Clara, mi linda perrita, poco antes de la media noche. Calles mal iluminadas, bajas temperaturas. Acababa de tomar un baño con agua fría, lo cual elevó mis niveles de energía, pero seguí sintiendo cansancio muscular severo, sobre todo en mis piernas. Cobré conciencia de que muchas personas sufren muchísimo; pensé entonces —visualicé en mi mente imágenes de personas b

Ser un triunfador… o más bien, no ser un fracasado

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  Ayer viernes salí en Alu Bike —bicicleta de cuadro de aluminio muy pesado, con llantas que presentan una alta resistencia al rodamiento; fricción— a recorrer un circuito de forma oval, de unos 3 mil metros de longitud que incluye pendientes muy fuertes. Calles casi desiertas, bajas temperaturas, mayor capacidad de oxigenación. Potencia muscular, alta capacidad cardiopulmonar. Un organismo que funciona de manera óptima, casi perfecta; mi aspecto refleja eso, hace de mí un hombre de apariencia excepcional, formidable. Eso lastima a los pendejos, masacotes amorfos, asexuados, incluso afeminados, aunque usen barba y bigote; lo único que los diferencia del género femenino, pues a la mujer no les crecen pelos en el hocico. Varones de todas las edades carentes de la producción adecuada de masa muscular que sería razonable esperar en un hombre. Sus hormonas de secreción interna no funcionan porque esos individuos han optado por vivir ajenos a la naturaleza, se alimentan a base de productos

Despedirme una vez más, sin decir adiós

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  Bella psicoanalista: No volveré a comunicarme contigo de ninguna manera, ya me había despedido de ti en dos ocasiones. La primera vez, en enero de 2023, la segunda, un año más tarde, en fecha muy reciente. No sé por qué me proporcionaste una dirección de correo electrónico del lugar donde trabajas, en lugar de darme una dirección de e-mail personal. Me he dado cuenta de que servidores públicos han propagado información sobre mí, violando una ley de protección de datos personales, usando como pretexto el argumento de que soy un individuo peligroso, y demás sandeces. Revisando archivos de todo tipo (texto e imagen) guardados hace años en discos compactos (CD), encontré imágenes formato jpg de una mujer indecente que hace 15 años, durante el año 2008, cometió faltas gravísimas en el ejercicio de su profesión en el servicio público. Esa tipa aparece en varias imágenes en compañía de individuos que fueron compañeros de escuela en una institución educativa particular, y uno de sus ex

Una potente manifestación de mi libido, energía vital. Segunda parte

  Me desvié un poco de mi ruta para pasar por un parque al que llevo casi cotidianamente a mi mascota, mi perrita Clara (que ha estado conmigo durante seis años y nueve meses) y me encontré con un conocido al que pedí de favor tomara un video usando mi Smartphone. Este buen hombre accedió y tomó un breve video de unos siete segundos. Poco más tarde lo compartí vía WhatsApp con algunos de mis contactos y lo subí a Twitter (ahora X) para después añadir un tweet superpuesto en el que expresaba la idea de que he sido un deportista durante más de 40 años, comparto este tipo de imágenes (video o foto) muy esporádicamente, no me dedico a exhibirme, y nunca he puesto un pie en un gimnasio. Un buen hombre, que me sigue y al que sigo en Twitter (X) respondió que él hace lo mismo, evita el gym y en lugar de ello practica la carrera a pie, se ejercita en bicicleta y “hace barra”. He expresado muchas veces, al hablar con personas como mi madre, conocidos, y psicólogas vía telefónica, que este asu

Una potente manifestación de mi libido, energía vital. Primera parte

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  Al comenzar este año 2024, se me ocurrió que podía continuar ejercitándome en mi bicicleta de ruta, pero ahora usando una que compré en noviembre del año 2000, es decir, hace 23 años, en que contaba con 36 años de edad. Había usado una bicicleta marca Cannondale desde 1993, que compré usado a un conocido (en aquel entonces lo consideraba amigo), cuadro de aluminio que después se rompió por fatiga del metal. En ese año 2000, mi madre contaba con 58 años de edad, pero su deterioro físico era mucho mayor al que correspondería por la violencia a la que la había sometido mi padre psicópata (intentando matarla, para despojarla de su parte del patrimonio, habiéndose casado por régimen de bienes mancomunados). La autora de mis días trabajaba en una tienda de conveniencia, del que una de mis hermanas y su esposo padrote (prostituto, se había casado para que su cónyuge lo mantuviera) eran comisionistas, en un horario de 7:00 a 13:00 horas seis días por semana, por una remuneración mínima.

He superado mi neurosis, mi patología

  3:50 horas de este segundo domingo del año 2024. Empiezo a sentir una mejoría que podría ser definitiva. Mi neurosis (así se clasifica mi trastorno de personalidad, límite) parece desvanecerse. La sintomatología, la obsesión, trenes de pensamiento enloquecedoramente repetitivos (presentes en mi mente la mayor parte del tiempo, independientemente de lo que está haciendo), la furia y el resentimiento hacia las personas que me hicieron daño, etc., se presentan con menos frecuencia y cuando sucede, los sentimientos asociados son mucho menos intensos. Pensé en David Iturbe, el individuo al que conocí hace 40 años, en agosto de 1983 al ingresar a la universidad donde cursé una licenciatura en ingeniería que no fui capaz de concluir. Hace casi 26 años, el lunes 2 de febrero de 1998, renuncié a mi primer empleo de toda mi vida (al que había ingresado un lunes 17 de noviembre de 1997, con 33 años y medio de edad) porque ese megalómano me atacó con furia homicida, cuyo origen era la lesión n