Durante la madrugada del sábado, sintiendo desesperación, intenté hacer
algo que en realidad no debí haber hecho. Marqué el número de otra asociación
civil que se encuentra en la capital de mi país, otra farsa. La porquería en
cuestión se llama Consejo Ciudadano. Ahí, agreden al usuario, le cuelgan el
teléfono (lo cual es un acto de violencia flagrante) y si el usuario vuelve a
marcar, le dicen que se cortó la llamada, y que la persona que la atendía ya se
ocupó en otra.
Eso me había sucedido durante el último año, y no debí haber intentado
volver a usar esta basura. La preside un individuo que cuenta con el grado
académico de doctor, un tal Salvador Guerrero Chiprés, de quien no sé mucho,
pero he notado que se codea con personajes de las clases altas que acaparan el
capital en mi país (el efecto más perjudicial del neoliberalismo) como el dueño
de una televisora de nombre Imagen, una corporación de hospitales privados y
una de las constructoras más grandes del país; y políticos (psicópatas) que
militan en los partidos que más daño han hecho en la nación donde nací; uno
blanquiazul de inspiración hitleriana, otro “tricolor” que durante 70 años fue
hegemónico y para fortuna de mis connacionales, en este momento (ambos
partidos, con otro autodenominado “de la revolución democrática”) agonizan.
Atendió mi llamada una psicóloga que al cabo de tres, tal vez cuatro
minutos, colgó. Volví a llamar y ella (u otra mujer que respondió) hizo lo
mismo. Envié mensajes ofensivos usando el Messenger de WhatsApp, que ignoró
quien quiera que atienda ese software, y entonces, escribí una serie de tweets
manifestando mi inconformidad y mi enojo. Hice esto último usando el Time Line
de la cuenta de esa porquería, el “Consejo Ciudadano” y también del nerd que lo
preside, el citado Salvador Guerrero Chiprés (ratón emasculado y cobarde). Por
supuesto, ellos me ignoraron.
Tomé imágenes de ese TL, en el que se ve el individuo ese, Salvador
Guerrero C, posando en actitudes ridículas (que por su magnitud rayan en
impudicia) con otras personas bien jodidas. Es fácil entender por qué se da esa
violencia hacia el usuario, pues ese grupito de personas que integran esa
asociación civil, Consejo Ciudadano son gente bien dada a la chingada.
He sido capaz de manejar el malestar y la frustración de todo esto con
bastante éxito, pero sigue molestándome mucho que se difunda tanto la farsa,
que tantas personas participen en simulaciones, que se cultive tanto y
prolifere la porquería.
Sé que mi neurosis es severa, pero prefiero eso (si bien espero poder
manejarla, disminuir su intensidad en buena medida) a mutilarme y convertirme
en otro ratón emasculado como ese nerd (doctor)
de apellidos Guerrero Chiprés, y el montón de gente jodida y dada a la chingada
que integran su porquería de asociación civil, Consejo Ciudadano.
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