Fromm propuso que los rasgos de carácter constituyen la base de todos los comportamientos y son fuerzas poderosas mediante las cuales una persona se relaciona o se orienta a sí misma ante el mundo. Fromm describe los rasgos en términos separados, pero es cuidadoso al hacer notar que la personalidad o el carácter de un individuo es una amalgama de algunos o de todos estos rasgos, aunque generalmente uno juega el papel dominante. Los rasgos son divididos en tipos no-productivos y productivos. Rasgos no-productivos incluyen las orientaciones receptivas, explotadoras, acumuladoras y aquellas que se orientan a la comercialización. Individuos con orientaciones receptivas esperan obtener cualquier cosa que deseen—trátese de amor, conocimiento o placer —de una fuente exterior; trátese de otra persona, una autoridad, o un sistema. Son receptores en sus relaciones con otros, necesitando ser amados más que amantes y tomando más que creando ideas o conocimiento. Obviamente, este tipo d...