Del blog de Ekaterina Netchitailova
Esto es un ejercicio de traducción
Blog de Ekaterina Netchitailova, doctora en filosofía
10 de
octubre de 2023
Psicosis en un mundo demente
He dejado
de ir a gimnasios. La última vez que estuve en uno fue el 11 de septiembre de
2001. Había una pantalla de televisión en el lobby donde esperaba para tomar mi
clase de step aerobics, y como sucedió a muchas otras personas ese día, la
afectación al presenciar lo que sucedía en Estados Unidos, resultó excesiva.
Pero lo que fue aún más traumático fue percatarme que el resto de los usuarios se
comportaron como si nada hubiera sucedido. Continuaron con sus ejercicios y su
clase de step, mientras yo salí a vomitar a la calle.
El mundo,
ese hermoso mundo inocente de los años 90s terminó entonces. Pronto comenzaron
varias guerras en Oriente Medio y a mí me sorprendió percatarme del apoyo
considerable que recibía en Occidente, donde yo había vivido durante muchos
años, con ayuda de algunos medios de comunicación, confundiéndonos para que
creyéramos una narrativa absolutamente demente. Irak, Afganistán, Siria, etc., naciones
increíbles, estaban siendo destruidas.
Mi primera
psicosis llegó a mi vida en el año 2003. Era una analista financiera
competente, ascendida al puesto de gestor de cartera en Ámsterdam. Pude
presenciar en primer plano la cantidad de dinero que se generó a partir del 11
de septiembre. Las personas ordinarias entran en pánico cuando algo terrible,
de gran magnitud sucede en el mundo. Venden sus acciones, e inversionistas
astutos las compran por una bicoca para revenderlas más tarde una vez que los
mercados accionarios se han recuperado, lo cual siempre sucede. Yo contemplaba
todo esto y me preguntaba cómo podía seguir con mi vida en un mundo que oficialmente
se había vuelto loco. ¿Cómo amar, criar una familia, tener hijos cuando la humanidad
había decidido extraviarse?
Bueno, yo
no era capaz de hallar las respuestas a estas preguntas y en lugar de ello,
llegó la “psicosis” y a partir de ese momento se convirtió en mi mecanismo de
protección contra los eventos del mundo y los valores morales en declive. La
psicosis me acercaría a Dios, me mostraría que Él era real y que yo solamente
tenía que creer. Es increíblemente triste que una conferencia a la que iba a
asistir en Israel en diciembre, de nombre “Psicosis en un Mundo Demente”, probablemente será cancelada o se realizará en
línea.
Es una
realidad que vivimos en un mundo demente
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